Información sobre este material : Mail de contacto papababoso@gmail.com
Jesus Figueroa -
"Magica Fuente"
1:Curtiendo bajo el
sol.
2:Gitana.
3:Nena diablo.
4:Amandote.
5:Las sombras.
6:Eva.
7:Boa verde.
8:Fuego de dragón.
Rock de Coleccion
1974
Discografía
Jesús con todos - 1972
Mágica fuente - 1973
Azulema - 1999
Remontémonos al año 1965. La música de los Beatles y de varias bandas inglesas de rhythm’n’blues empezaban a romper las cabezas de algunos muchachos de nuestro país. El joven Jesús Figueroa no escapó a esa magia, y el Liceo Nº 8 de la ciudad de Montevideo comenzó a verlo cada vez con menos frecuencia. Las primeras guitarras eléctricas, los primeros conjuntos, los primeros viajes. En sus idas a Buenos Aires se contactó con otros pibes (caso Luis Alberto Spinetta) que venían gestando un nuevo movimiento musical y cultural. De vuelta en casa (año 1970), y con diecinueve años, ingresó como vocalista de Opus Alfa (Jesús Figueroa, Daniel Bertolone, Jorge Barral, Jorge Graf y Atilano Gil Losada, en su formación más célebre), banda pionera en lo que se refiere a componer e interpretar rock y blues en nuestro idioma (además de experimentar con el tango y diversas "barroqueses" acústicas). De sus vivencias proletarias había surgido el feeling necesario para que su potente y ronca voz se constituyera en uno de los símbolos del blues en español por estas latitudes. Durante 1971, Opus Alfa se presentó en bailes, "cuevas" y series de recitales; grabó un simple y un elepé; organizó dos exitosos conciertos propios en los teatros SODRE (4 de agosto) y SOLÍS (15 de diciembre); y participó en el megafestival argentino B.A.Rock II (6 de noviembre).
Tras la disolución de Opus Alfa, Jesús comenzó su carrera como solista. En 1972 grabó para el sello Sondor el LP Jesús con Todos, en donde fue acompañado por varios de los músicos más importantes del género (Psiglo y Días de Blues incluidos). Este placa marcó un hito sin precedentes: fue la primera producción discográfica de un solista de rock y blues en nuestro país. Mientras Jesús con Todos se ponía a la venta en el año 73, él se encontraba nuevamente metido en los viejos estudios de Sondor llevando a cabo la grabación de Mágica Fuente (su segundo larga duración). En esta oportunidad no sólo lo acompañaron viejos amigos de "peso" (Daniel Bertolone, Ernesto Soca, César Rechac, Gonzalo Farrugia, Jorge Graf y Daniel Crapuchet), sino que también invitó a talentosos jóvenes por entonces "desconocidos" como Guillermo Pellosi, Daniel Henestrosa, Gustavo "Mamut" Muñoz y Freddy Ramos (quien actualmente es reconocido en Estados Unidos como un músico de jerarquía internacional). Sin lugar a dudas, Jesús Figueroa se había constituido entonces en uno de los protagonistas más queridos y admirados del movimiento de rock uruguayo de los primeros setenta.
El año 74 significó un momento de cambios cruciales en su vida. A través de la Misión de la Luz Divina recibió el Conocimiento de Maharaji y fue el momento de su mayor acercamiento con Eduardo Mateo (del cual ya era un profundo admirador) y Pippo Spera. Precisamente junto a ellos, organizó el recordado concierto La Escalera (4 y 5 de marzo del 75). Pero los dados ya estaban echados y, dictadura mediante, de aquel fervoroso movimiento que tuvo su auge en 1972 sólo quedaban cenizas.
El largo viaje
A mediados de 1975 Jesús Figueroa emigra del Uruguay y mientras la barra roquera compatriota lo considera "desaparecido" (se llegó a decir que había muerto), él recorre todos los continentes transitando un largo camino de búsqueda permanente. En los últimos veinte años lo podríamos haber encontrado tocando con La Banda del Amor (de David Lebón) en Roma; o dedicado a la música devocional en Miami; o viviendo de músico callejero en Barcelona; o presentándose en Harvells, el mítico club de blues de Los Angeles, ciudad en la que está radicado desde hace más de una década. Allí continúa dedicándose también a su otra gran pasión: la pintura. En estos momentos ha sentido una profunda necesidad de reencontrarse con sus raíces y el camino lo ha traído a Uruguay. Y además del reencuentro, un nuevo disco.
El último disco de Jesús Figueroa
Luego de 24 años sin pisar nuestra tierra, Jesús pasa los dos primeros meses de 1999 en Montevideo. El sello Sondor no duda un instante y casi meteóricamente (en las pocas horas libres que dispone el estudio), graba su último CD. Para este proyecto cuenta con una notable banda base integrada por músicos de la jerarquía de José Luis Pérez (batería), Gustavo Mamut Muñoz (bajo), Urbano Moraes (bajo) y Pablo Traberzo (guitarra); y con músicos invitados entre los que se encuentran Javier "Pato" Olivera (trompeta), Ariel Ameijenda (sitar) y el legendario Yamandú Pérez (percusión). Con un cuidado especial en los textos, están presentes todas sus influencias: rock, pop, blues, candombe, funky, Mateo, rap, reage, . . . .
Una vuelta necesaria
La grabación y
posterior presentación del disco Azulema lo trajo a Uruguay tras más de veinte
años de ausencia. Jesús Figueroa, otrora cantante de Opus Alfa, habla del disco
y de su vida en el norte
- El primer año que
recuerdo haberme ido de Uruguay, la primera etapa ¿no?, fue en 1967.
- ¿Por qué te fuiste?
- En esa época me fui
porque tenía mucha necesidad de experimentar un lugar nuevo donde pudiera
mostrar la música. Me fui con una banda, te estoy hablando antes de Opus Alfa,
si yo te cuento esta etapa también tiene que ver el hecho de que un día yo me
fui muy joven para Buenos Aires, era la época en la cual los grupos de acá
hacían música beat, no era rock todavía, se cantaba en inglés y se imitaba lo
mejor que uno pudiera cualquier cosa que viniera de afuera. Esa era la onda.
Esa etapa fue muy especial porque cuando volví, estaba entre ida y venida pero
hubo un tiempo que me quedé en Buenos Aires, volví ya con una influencia de
hacer cosas en español. Y ahí fue cuando vino la etapa de Opus Alfa que
prácticamente fue empezar un poco en inglés y después seguir con la composición
en español. Después vino la otra parte, la parte desde 1974-75 en la cual
vuelvo a Buenos Aires y de ahí me voy a Estados Unidos en el '77. Entre otras
cosas pasó que estuve en Roma, antes de quedarme finalmente en Estados Unidos
instalado, también fue en el año '77, fui a Roma con una banda de música
devocional, en la cual el músico conocido que había en esa época era David
Lebón, que dirigía la banda.
- ¿Era música
devocional?
- Devocional. Claro,
música hecha con una actitud ¿viste?, para un maestro espiritual. Después de
esto me instalé en Miami y seguí haciendo este tipo de música y tocando en
algunos bolichitos. Muy diferente el clima de Miami a nivel musical de esos
años, te estoy hablando antes de toda esa camada de música latina establecida
por el Miami Sound Machine y toda esa gente que vino después. Una época en la
cual el español no tenía tanta fuerza en el mercado americano.
- Y seguiste haciendo
cosas allá...
- Y seguí haciendo
cosas allá, pero ya empieza una etapa de mi vida en Estados Unidos en la cual
estás en contacto con una nueva realidad, tu familia no está cerca, no hay nada
cerca, tenés que vivir, tenés que tratar de seguir para adelante, y bueno,
empecé también a experimentar la otra parte que yo tengo, que soy artista
pintor. A sobrevivir de todo un poco ¿entendés?, eso es lo que quiero decir.
Hasta que finalmente en el año '80 voy a Los Angeles por una razón personal, o
sea, me enrosqué con una tipa, estoy ahí como seis meses, me vuelvo a Miami
para volverme a Los Angeles finalmente a establecerme. Y ahí me quedé hasta hoy
en día que estoy viviendo ahí.
- ¿Y por qué esta
vuelta a Uruguay después de veintipico de años?
- Siempre quise
volver, lo que pasa que hubieron muchos años que fueron años bastante
especiales en mi vida.
Porque... tuve una
época en que yo viajé mucho por el mundo, la época de Miami. Anduve por muchos
países, en los cuales algunos me tocó vivir por equis razón, como en España, un
poquito en Inglaterra y muy poquito en Francia. Me tocó vivir por razones de no
tener dinero para volver rápido y cosas de esas. Entonces la necesidad de
viajar al lugar de origen era mucho más grande ¿no?. Pero por alguna razón,
muchas veces relacionada con la plata, otras veces relacionada con proyectos
que estaban por aparecerse y no se daban, pasaron como diez años que fueron
así, con respecto a eso, a no concretar ¿no?. Y creo que fue después cuando
pasó un hecho en mi vida muy significativo que fue la muerte de mi madre cuando
realmente abrí los ojos y dije ¡pah!, hay un lugar, hay una familia, que se yo,
está una historia que tengo ahí, tengo que volver, tengo que ir a ver que pasa
ahí, en que quedó todo eso ¿no?. y yo fui uno de los pocos músicos que se fue y
se quedó, y nunca se comunicó más con el lugar. Porque muchos, el caso de los
Fatto (Fattoruso) y Rada, han viajado y han vivido en otros países pero siempre
han grabado algo, han vuelto, han mandado esa información, han tenido un
contacto con la prensa, con los medios del lugar...
- Vos desapareciste
- Yo desaparecí
directamente. No me volví a comunicar con nadie.
- Ni llegó material
tuyo...
- Ni llegó material
mío, es más, yo estoy lleno de material de todos esos años. Porque yo en todos
estos años de Los Angeles tuve un estudio de música. La época en que surgió la
importancia de tener un estudio en la casa, home studio. No es el estudio que
te imaginás, así impresionante que hoy los músicos tienen, sobre todo los
músicos que han hecho mucho dinero. En esa época fue como que salió al mercado
las máquinas de cuatro canales, salieron efectos para esas máquinas, era como
que era la posibilidad de que un músico pudiera trabajar en su casa en vez de
ir al estudio a pagar por horas para sacar una idea. Y a veces salían productos
que podían ser master para un disco.
- ¿Y nunca sentiste
la necesidad de mandar material para acá?
- Lo que pasa es que
yo siempre fui en cierta manera muy exigente con lo que yo hago. Entonces nunca
consideré que lo que yo grabé e hice era suficientemente bueno como para poder
ser editado. Otra cosa que me pasaba a mi era que tenía un orgullo bárbaro con
respecto a que yo quería que se editara algo mío en Estados Unidos, antes de
volver a Sondor o a cualquier sello, pero nunca se dio. Se editó cosas mías
participando en discos de otra gente, pero nunca algo mío, porque tampoco nunca
mandé, porque lo que yo tenía sentía que no era lo suficientemente bueno en
calidad como para poder mandarlo.
- Y ahora con tu
vuelta ¿cómo ves Uruguay?
- Lo veo divino, o
sea hay muchas cosas que considero que no puedo hablar con profundidad porque
la ausencia es evidente ¿no?. No tengo un conocimiento de muchas cosas que han
pasado en todos estos años, pero por haber nacido aquí, por observar, por tener
una intuición de lugares del mundo intuyo que Uruguay es un lugar que tiene un
increíble potencial, eso es lo que yo veo. Que en una época también lo vi, pero
que lo veía muy oscuro la posibilidad de que sucediera algo rápido, ahora lo
veo mucho más factible, y quizás por los medios que estabamos hablando ¿no?,
por la gente que está conectada mundialmente a través de una red ¿viste?, de
internet, por toda la comunicación que existe hoy vía satélite de lo que pasa
en el mundo, Uruguay está más al día con todo lo que pasa. Pero al mismo tiempo
nunca cambia la tradición esa de dejarla correr la cosa, de hacer lo menos
posible para poder disfrutar más, hay una gran camada de gente que vive acá que
necesita tener una noción mucho mejor de lo que es el futuro, de lo que es la
posibilidad de poner una energía en algo y ser correspondida, y eso no existe
por ahora.
- Vos viniste a
presentar el disco Azulema, ¿qué podemos encontrar en éste disco?
- Yo creo que lo que
podés encontrar en éste disco es como una diversidad de estilos musicales, de
influencias que he tenido en estos años viviendo en el mundo, viviendo por
Estados Unidos, además de una gran espontaneidad musical que sucedió por
conectarme con personas que de pronto hay un entendimiento natural de la cosa.
Me refiero a los músicos que participaron. Tampoco puedo decir que mi música
sea muy especial ¿viste?, mil acordes o traigo todo una cantidad de cosas
escritas en la cual hay que tratar de romperse la cabeza tratando de sacarlas,
son canciones simples...
- Hay una cosa muy
espontánea...
- Bueno, eso mismo,
la espontaneidad de que hubo poco ensayo y que prácticamente salió todo ahí en
el estudio. Ahora, hay una cantidad de cosas que yo no utilicé en el pasado. Si
en algún punto me categorizaban era que yo era una persona que empecé con el
blues, y fui uno de los primeros que hizo blues acá y todas esas cosas, y el
rock. Yo también tenía cosas guardadas que quise hacer en esa época pero
prácticamente la banda Opus Alfa tomó otra dirección, que era la posibilidad de
hacer candombe o ritmos más latinos, yo siempre quise hacer algo así.
En este disco pude
establecer un poco eso. O sea, prácticamente puedo decir que estando afuera de
este país me di cuenta de la importancia de músicas y gente que promocionó esas
músicas, como Rada, Mateo, El Kinto y toda la gente que promocionó la música
folklórica de Uruguay ¿no?. Y un poco también algo que yo no participé mucho
porque estuve afuera, quizá participé en el principio de todo eso, que fue el
canto popular. Hay algo, hay una referencia pequeña en éste álbum de un tema
que tiene cierta onda, que es El ranchito de Dios, una mezcla de folk con esa
onda de canto popular, que sé yo, es una diversidad de diferentes músicas.
- Este disco está
grabado con músicos de primer nivel, también tiene que haber cierta
satisfacción personal de poder explotar musicalmente a esa gente ¿no?
- Por supuesto que yo
tuve la posibilidad de conectarme con amigos que tienen una trayectoria musical
en la cual es fácil por momentos entenderse. Y esto es medio sutil también lo
que te digo porque no es tan fácil.
Porque de pronto las
personas, a pesar de que musicalmente vos tengas una experiencia de años, lo
que atraviesa tu persona en ese momento en tu vida puede llegar a ser a veces
especial en la cual no estés fácilmente disponible a hacer todo lo que alguien
te pide ¿no?. Me refiero a que juntar a los músicos para ensayar es muy difícil,
por equis razones. Porque no hay guita, porque "estoy ocupado en
esto", "no, que voy a ir hasta el centro, hace calor, hace
frío". Son partes que yo las considero... no me gustan. A mi me gusta
cuando la gente tiene una actitud profesional de entrada.
- ¿Qué tenés pensado
hacer de acá para adelante?
- Por ahí está la
posibilidad de que me quede un tiempito más para esos toques que pueden salir.
Y después una cosa que tengo pensado es hacer varios proyectos a nivel
grabación, tengo cosas de años guardadas, pero el proyecto que tengo más fresco
es hacer algo solo, acústico. Canciones acústicas, y si puedo grabar todos los
instrumentos yo sería lindísimo. No sé si va a ser posible, porque no sé donde
voy a grabarlo ni sé el tiempo que voy a tener para hacerlo. Eso es lo que más
quisiera poder hacer ahora. Si me hablás dentro de quince días o dentro de un
mes cuando esté en Estados Unidos quizá todo cambie, porque es increíble como
las realidades donde a uno le toca vivir cambian el sentido de lo que vos
querés hacer.
aplauso para el que se le ocurrio pintar la letra de celeste. que pelotilla
ResponderEliminar