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Surgido en 1977, este
grupo musical fue uno de los principales animadores de la canción popular de
resistencia a la dictadura militar. En esta “segunda época”, Contraviento no
vuelve sobre sus anteriores trabajos, sino que aborda un repertorio totalmente
nuevo y actualizado. Candombe y pop montevideanos interpretados con fuerza y
sutileza.
El grupo es fundado en 1976 teniendo a Fernando Yáñez como uno de los
principales integrantes y compositor de casi todas sus letras.
Por Contraviento pasaron músicos de la talla de Jorge Lazaroff, Jorge
Trasante, Marcos Gabay, Mariana García Vigil, Silvia Meyer, Gonzalo
Moreira, Gustavo Etchenique, Héctor “Kacho” Dufrechou, Ricardo Canfield,
Susana Bosch, Norma Galfetti, Gustavo Fernández, César Cándido, Carlos
García, Gisella Hernández, Ana Apotheloz, Irene Kaufmann, Jorge Drafta,
Carlos “Boca” Ferreira, Hugo Jasa, Nelson “Pito” Varela, Santiago
Ameijenda, etc.
Lista de temas
1 Este es mi
Montevideo
2 De los almanaques
3 Caras pintadas
4 Momento
5 Pociquitos
6 Uno y un o
7 Lo dedo negro
8 Actriz
9 El barco en la
botella
10 Los girasoles de
Van Gogh
11 Barniz
12 Estreno 8 de mayo
13 Caballeros y
galaxias
14 Ciudad al sur
15 Candombe colonial
16 Dicen que
17 Noticias del
palacio
Contraviento
Música en su contexto (entrevista)
Beatles, Gardel, Zitarrosa,
Viglietti, los Rolling, Fabini y Mateo son algunos de los artistas que llegaron
a los oídos de estos músicos cuando estaban creciendo. También escucharon las
murgas y los tambores por las calles, al igual que escucharon a verduleros y
diarieros vocear su mercadería. Contraviento es un grupo que aprendió de
todos ellos y de todos estos sonidos. A través de este nuevo CD, que marca la
vuelta de Contraviento, quienes escuchamos somos nosotros y quiénes
hablan sobre esta nueva etapa son Fernando Yánez y Susana Bosch.
- ¿ Cuál fue el motivo
principal por el cual volvieron a juntarse?
Fernando: No sé si habrá un motivo principal; pero de
alguna manera Contraviento fue un grupo que se planteó desarrollar una
propuesta musical en determinado momento donde las cosas eran muy difíciles en
el país. O sea, teníamos las mismas dificultades que ahora, sumada la
dictadura. Hasta el nombre del grupo incluso, obedece un poco a querer decir
que uno está dispuesto a hacer las cosas a pesar de los contratiempos. Claro;
ese momento desarrolla la actividad de Contraviento dentro del período
del gobierno de facto y también imposibilita bastante: había prohibiciones, algunas
veces teníamos que subir al escenario sin uno de los integrantes... entonces sí
bien Contraviento tuvo un desarrollo importante, grabó tres discos,
también hubo un desgaste que nos llevó a todos a seguir haciendo música pero en
proyectos de otra índole y se enfrío un poco la actuación en vivo. Pero la
vigencia de la propuesta se mantenía, por lo menos parece claro que seguimos
haciendo las cosas a contraviento ¿no?, y en definitiva todos más o menos
mantuvimos un contacto permanente; inclusive tuvimos proyectos en común con
algunos de los actuales integrantes, trabajando en los arreglos de un disco o
como músico de sesión para alguien... Y un buen día nos replanteamos la
posibilidad de volver a juntarnos; sobre todo porque además nosotros creemos que
en la música popular pasó un poco, tal vez por las condicionantes del mercado,
que las bandas grandes, en el sentido que tienen un buen número de integrantes,
quedaron un poco relegadas. Y también pasó que había muchas propuestas de
solistas, que de repente sí se acompañaba con una banda grande, pero que el
proyecto era del solista. No era un proyecto grupal donde de alguna manera lo
que hace al resultado final del tema fuera procesado por el grupo. Nos parecía
que era una variante interesante de trabajo y decidimos retomar el proyecto con
algunos integrantes e invitamos a cuatro músicos más que son: Susana Bosch
(voz), Norma Galfetti (voz), el Boca Ferreira (batería y percusión) y el
tecladista que en estos momentos es Aníbal Pintos. Y con cinco integrantes de
la vieja guardia del grupo rearmamos Contraviento. Empezamos a trabajar
con mucho entusiasmo, también con muy buena respuesta por parte del
público y al poco tiempo decidimos grabar este material nuevo; que es un poco
la consecuencia de todo este tiempo pasado. Nos pareció que habíamos reunido un
buen repertorio y que era razonable pensar en la edición de un material
discográfico; material que sacamos por primera vez en forma independiente; con
la total responsabilidad del grupo, apoyado por el FONAM, SUDEI y AGADU. Los
dos primeros discos que sacamos fueron para el sello Phillips, que es una
característica bastante insólita, es más, nosotros y si mal no recuerdo
Carlevaro, fuimos los únicos músicos uruguayos que grabamos para ese catálogo.
- Obviamente que son
distintas épocas pero, ¿qué diferencias encontraron al grabar para un sello
grande como Philips y grabar de forma independiente?
Fernando: Hay una anécdota curiosa y es que cuando nos
llamaron de Philips para grabar nuestro primer disco, Contraviento
entendía que tal vez todavía no era el momento de grabar. Nos daba la sensación
de que el grupo tenía que hacer un poco más de carretera antes de plantearse a
grabar. Y curiosamente esto nos permitió sacar un buen resultado, es decir; al
manifestar ellos su interés, accedieron a planteos nuestros que de otra manera
de repente no hubieran accedido. De cualquier manera se grabó en un tiempo muy
breve, para lo que sabemos que lleva grabar un disco, y desde ese punto de
vista en esta edición independiente tratamos de fijarnos los límites de la
responsabilidad; no los límites del acogotamiento. Nos tomamos mucho tiempo
para grabar, más de doscientas horas, trabajamos muy tranquilos; con Daniel
Báez, un excelente técnico de grabación, en el estudio de SUDEI, y creo que a
nivel técnico, de competitividad con otros materiales, estoy hablando de lo
técnico no de lo artístico, que eso es materia opinable, creo que el disco
suena muy bien. Y desde el punto de vista de que la tecnología también nos ha
ido ayudando a lo largo de todo este tiempo, creo que es el disco de Contraviento
que suena mejor, sin duda. Esto es porque ahora tenemos más herramientas a
nuestro alcance que en la época del vinilo, evidentemente nuestro país estaba
en inferioridad de condiciones. Creo que ahora competimos en mejor forma en lo
técnico, no en otras áreas, pero sí en lo técnico.
- ¿Y en qué otras áreas no
competimos?
Fernando: En las áreas de mercado. A nosotros nos cuesta
mucho imponer nuestras propuestas... yo muchas veces he tenido que contestar
preguntas insólitas; una vez me preguntaron: "¿por qué el candombe, que es
una propuesta rítmica muchísimo más rica y más amplia que el reggae, no se
impone sobre este?". Primero que nada por una razón fundamental; ni Keith
Richards ni Sting veranean en el barrio Palermo, veranean en Jamaica. Por ahí
hay una razón de ubicación geográfica en una propuesta que, evidentemente, hace
que tenga un potencial de trascendencia más importante del que tenemos nosotros
hoy. Más allá de que uno de repente escucha un disco de Waine Shorter y hay una
base que es un candombe. Los músicos sí se interesan, pero es muy difícil
lograr que a nivel comercial, a nivel de imposición comercial nuestras
propuestas puedan acceder porque partimos de un mercado muy deprimido. Por lo
tanto es muy difícil acceder a los grandes medios de comunicación. Y ojo que
esto lo digo sin dolor, lo digo simplemente constatando un hecho; quién pone
una radio, pone un negocio. Por lo tanto si un disco le genera mayor cantidad
de sponsors que otros, evidentemente elige el que le genera mayor
cantidad de sponsors. Lo que es lamentable es que eso va generando un
gusto en la sociedad y que ese gusto va a terminar por ser el gusto dominante
por un problema de machacar siempre sobre el mismo clavo. Y ahí es donde se
produce la injusticia. Que nosotros en el disco lo escribimos diciendo que
bueno, que nosotros en realidad no somos chauvinistas, que nos gusta mucho la
música extranjera pero que lo único que queremos los músicos uruguayos es tener
la misma oportunidad. Que un tipo pueda decir "yo prefiero escuchar a The
Clash y no a Contraviento, pero tengo la oportunidad de conocer lo
que hacen los dos". Eso me parecería formidable; de hecho a mí hay muchos
grupos que me gustan más que Contraviento (risas). Me refiero a que
probablemente si estoy en casa escuchando música, escuche muchas cosas;
uruguayas y no uruguayas. Creo que también es importante entender que la
diferencia de la nacionalidad es de una arbitrariedad y de una injusticia
espantosa. A mí me parece un gran letrista Bob Dylan y un gran letrista
Mauricio Ubal; y el hecho que uno sea uruguayo y el otro no, me importa muy
poco. Uruguay curiosamente produce músicos de muchísimo nivel, produce
manifestaciones culturales que de alguna manera generan el interés de los
entendidos. Pero es muy difícil desde este potencial de mercado o de esta forma
de difusión que tenemos aquí a acceder a otras cosas, de hecho ahora se han
producidos algunos fenómenos que han trascendidos fronteras: Jaime, Rada y el
fenómeno de la música tropical. Que es interesante; por lo menos se logra por
primera vez saltar una cuerda que no se podía. Veremos que consecuencias
finales trae.
- Volviendo a
Contraviento: ¿Cómo se ven ustedes a comparación de diez años atrás?
Fernando: Desde el punto de vista de lo que pasa hoy con
la música de Contraviento y lo que nos pasa a nosotros cuando nos
ponemos a tocar es que en definitiva creo que el grupo suena muy distinto a lo
que sonaba antes, justamente por tratar de ser coherentes con nuestra propia
propuesta. Suena muy distinto porque todos hemos estado escuchando cosas
nuevas, cosas que de alguna manera nos han influenciado en esta época y esas
cosas hoy están presentes en la propuesta de Contraviento; de repente
unos años atrás no estaban. Además nos divierte mucho tocar juntos, incluso es
una de las cosas que más nos ha llamado la atención, y lo hemos comentado en el
seno del grupo, es que la propuesta original, la reunión, la invitación de la
gente nueva, partió de una propuesta estrictamente musical. Hemos logrado una
cosa que se dio naturalmente y es que se formó un maravilloso grupo humano,
donde nos hemos hecho más amigos aún y compartimos muchas horas que no
destinamos especialmente a la música, sino más bien a estar juntos y conversar.
Creo que eso se nota también cuando uno toca, cuando nos subimos a un
escenario, parte de lo compacto que pasa ahí, también pasa por ese vínculo
humano que hay. En la medida que la música es una disciplina en la cual uno
expone su sensibilidad, eso es lógico que pase. Que si uno está a gusto tocando
con personas que se siente bien, eso además, se trasmite al espectador.
Yo en general me resisto mucho a hacer un
análisis de la actitud de Contraviento a través del tiempo, partiendo de
la base del paso del tiempo. Porque me parece que nosotros tenemos también un
problema grave desde el punto de vista de cómo estamos juzgando en este momento
nuestras propuestas artísticas en todo el país y en todas las disciplinas; que
es plantear una falsa competencia generacional. Como que los que participamos
en aquel movimiento de la música popular hoy somos un sector de gente, y
después viene la gente del rock... Esa es una forma bastante fea de ver las
cosas, feas e inconducentes. Me parece que todos estamos en el mismo barco y
estamos remando en la misma dirección.
- ¿Cómo les fue en la
vuelta de Contraviento a los escenarios y el reencuentro con el público?
Fernando:
Fue una fiesta, fue muy interesante. El otro día salió una nota en Brecha,
nota con la cual tengo muchas coincidencias y muchas discrepancias, pero decía
una cosa que es muy interesante; decía que Contraviento en sus orígenes
había quedado un poco aislado del resto del movimiento porque en definitiva
sintetizaba demasiadas cosas. Era demasiado complejo para dos guitarras y un
bongó, que era la propuesta del momento del canto popular, era demasiado simple
para la gente que hacía música contemporánea, era demasiado rockero para los
puristas, no era lo suficientemente heavy metal para los rockeros... y creo que
eso es verdad. Y la nota decía otra cosa que también es cierta; decía que
finalmente hoy Contraviento se había convertido en una especie de
resumen de la música uruguaya, y que en definitiva ese eclecticismo del que
nosotros habíamos sido un poco el precursor, se había convertido un poco en la
característica dominante de la música uruguaya. Y el reconocimiento de la gente
en el concierto reenganche de esta formación, fue muy importante. Fue una
maravilla desde todo punto de vista, trabajamos muy cómodos, con mucho relax y
mucha diversión, y la gente lo vivió así también.
- Me llamó la atención que
gran parte de los integrantes del grupo ha hecho música para niños en algún
momento, ¿ esto tiene algún contacto con Contraviento?
Fernando: Nosotros aquí tenemos dos verbos distintos
para jugar y para actuar; los ingleses para actuar, tocar y jugar tienen un
solo verbo que es play: jugar. Y creo que eso tiene sus razones, lo
lúdico está presente en lo que se hace musicalmente y debe estarlo.
Susana:
Yo me quedo absolutamente sorprendida con tu pregunta, más allá de mi dolor de
muela, porque yo que dediqué prácticamente toda mi vida a la música para niños
(Susana era una de las cantantes de Canciones para no dormir la siesta)
creo que es la primera vez que alguien pregunta por esta música. Te lo
compararía que es como en la medicina el odontólogo; una cosa es ser médico y
otra cosa es ser odontólogo. El odontólogo parecería ser el mecánico de los
dientes y nada tiene que ver con la salud; y el médico es el salvador. Dentro
de la música pasa lo mismo; la música para niño parece ser una música menor,
tal vez porque es para niños, y es más, mucha gente que ha incursionado
haciendo música para niños, te podría nombrar a grandes autores nuestros, Jaime
Roos por ejemplo, difícilmente lo tengan en cuenta a nivel de un currículum, no
por descreer de eso, sino porque desde el punto de vista periodístico no es
interesante. Es como si la música para niños fuera otro rubro, no se habla de
eso. Vos ves mesas redondas donde se habla de música y nunca hay nadie que haga
esta música; si se hace una evaluación de espectáculos masivos no se habla de
los espectáculos para niños, que son los más masivos en este país; si hablás de
la discografía que está en carácter permanente en este país, Canciones para
no dormir la siesta editó su último disco hace 14 años y todavía ese disco
sigue generando regalías. Yo te diría que en la música en general después de 14
años de editar un disco, de cualquier artista, es difícil tener esa
permanencia. El público de la música para niños tiene un recambio permanente,
que no lo tiene el público adulto, y de ese fenómeno dentro de la música en
general no se habla. Yo considero que no hay una preocupación ni un cierto
respeto.
Fernando:
Nosotros tenemos una virtud especial, y es que tenemos la capacidad de tomarnos
tremendamente en serio la música para niños y de tomarnos no tan en serio la
música para adultos. Es decir, de encontrar un equilibrio en eso. Muchas veces
en las manifestaciones artísticas en general que se plantean hacia los niños
hay una enorme subestimación, y a veces en la música que se
plantea para adultos pareciera, por suerte se da menos, haber un afán de
trascendencia que sin duda es ajeno a la música.
- Para terminar: de acá al futuro ¿ qué pasa con Contraviento?
Fernando: La gente del grupo de alguna manera u otra, además de estar en
Contraviento está en otros proyectos. Contraviento es el lugar
donde realizamos más que nada el trabajo de investigación y diversión.
Susana: Es terapéutico.
Fernando: De alguna manera apostamos a largar nuestras propuestas más
violentas. Sin duda que el trabajo del grupo se sigue manteniendo, estamos
componiendo y trabajando sobre material nuevo. Tenemos mucho camino hacia
delante y mucho camino que recorrer, y lo que nos interesa es, en la medida de
lo posible, recorrerlo en el contexto de la música uruguaya en general. Es muy
difícil que Contraviento se proponga obtener grandes objetivos a nivel
individual o grupal, la misma propuesta estética del grupo pasa por el contacto
permanente con los otros compañeros que están haciendo música en el país y en
todos lados, y esa dinámica es la que señala el ritmo de trabajo del grupo; la
viabilidad de un grupo de este tipo se da en un contexto.
Nicolás Hidalgo