Quiero decirles lo que pienso sobre lo popular , clásico culta , erudita o cualquier adjetivo que a uds se les ocurra , en mi opinión la música es música esta allí esperando ser escuchada , apreciada y si... claro tiene matices en sus estructuras , capacidad de despertar en uno gustos diferentes por un género u otro pero no entiende de clases sociales , color de piel , de religión , sexo o de cualquier otro gesto separatista generado por el ser humano ... siempre que alguien este dispuesto a escucharla y disfrutarla es popular lo demás son calificativos y adjetivos de quienes siempre necesitan generar ámbitos para sentirse superiores o diferentes a otros . La música es música .... disfrutenla en cualquiera de sus géneros

martes, 22 de julio de 2014

Héctor Daniel Guerra 2009 - Poder

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Lista de temas

01- Te llevo en ancas conmigo
02- Poder
03- Creadores
04- Manuel Cabrera
05- Las cometas perdidas
06- Ta' bueno
07- Milonga para Gustavo
08- Del refranero popular
09- Al bencha
10- Hombría
11- Puente viejo
12- Yo se de tí  

Anibal Sampayo y Los Costeros 1971 - Hacia la aurora

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Los temas son:

01. Hacia la aurora
02. Los dos caminos
03. Eche p'acá
04. A Líber Arce
05. Pantera
06. Verde litoral
07. Señor presidente
08. Yo soy Ramón
09. Vea, patrón
10. Yo protesto
11. Dende gurí
12. A Camilo Torres

Aquí está, probablemente, el más "político" de los discos de esteenorme cantautor (originalmente el
poeta del río Uruguay) y varios desus temas se hicieron muyconocidos en la voz de otros (sin ir más
lejos, es magnífica la versión de "Vea, patrón" que hizo Zitarrosa).
En Uruguay lo editó Mallarini Producciones, pero la tapa que semuestra pertenece a la edición argentina, hecha por Zoom. Como verán, las grandes discográficas se cuidaban de Sampayo como de hacerse pis encima ...
José María Brunini dijo, al presentar el disco: "... Ustedes, tanto como yo, descartan que este espacio es insuficiente para referirse a ANÍBAL SAMPAYO. Aunque felizmente el comentario se abrevia con la sola
mención de su nombre, que equivale al ya reconocido y popular trovador de la "heróica" Paysandú, quien con su proyección folklórica logró ubicarse en envidiable sitial de popularidad, nacional e internacional. Nada menos que "ochenta" obras de su inspiración grabadas (sin grabar el número sería incalculable), varias de ellas lanzadas a otros mercados y llevadas al disco en distintos idiomas, constante renovación de las ediciones de sus álbumes por lo éxitos de venta, y la inclusión de sus temas en los repertorios de los más renombrados artistas, son índices más que elocuentes de la personalidad de este hombre que, dejando un poco de lado el paisaje, le canta a algo más importante: el hombre y su sentir, en su propio lenguaje de esperanza.
Mario Fernández y Ernesto Caraballo son "LOS COSTEROS". Dos muchachos de Paysandú seleccionados por Sampayo para cantar juntos. Escuchen los surcos de esta placa y comprobarán la calidad y la personalidad vocal e instrumental de "Los Costeros", lo que también libra de un comentario extenso ...".
Hasta aquí, una época de gran producción para Aníbal Sampayo.
Luego, justamente después de este disco, vinieron la cárcel y el exilio ... pero ésa es la historia común de toda nuestra América Latina.

Alfredo Zitarrosa 1984 - De regreso

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Alfredo Zitarrosa. De regreso. Sello La Batuta, LBD017, Montevideo, 1984.
(Tomado desde la versión del disco de vinilo)
Primer Disco larga duración grabado en Uruguay por Zitarrosa al regresar del exilio.

Lista de temas

01.Candombe del olvido (Alfredo Zitarrosa-Juan Descrescencio)
02.Jacinto Cenobio (Pancho Madrigal)
03.Viene, viene (Washington Benavides-Héctor Numa Moraes)
04.La niña huichola (Pancho Madrigal)
05.Malagueña (Popular venezolana)
06.Stéfanie (Alfredo Zitarrosa)
07.El guitarrero (Eustaquio Sosa)
08.Adiós Madrid (Alfredo Zitarrosa)
09.Explicación de mi amor (Enrique Estrázulas-Alfredo Zitarrosa)
10.Seis figureao o (Si porque canto me arrestan) (Popular venezolana) Con Cecilia Todd.

Los Olimareños 1982 - Los Olimareños 20 años

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LOS OLIMAREÑOS - ALBUM 20 AÑOS - 1982

LISTA DE TEMAS

1 - ANGELITOS NEGROS
2 - LA NIÑA DE GUATEMALA
3 - MILONGA DEL FUSILADO
4 - CANDOMBE MULATO
5 - A SIMON BOLIVAR
6 - JUNTO AL JAGUEY
7 - RUMBO
8 - EL BESO QUE TE DI
9 - ISLA PATRULLA
10- EL GAVILAN

 Es el más famoso dúo de música popular de Uruguay, integrado por Braulio López y José Luis "Pepe" Guerra.
Su trayectoria abarcó casi 30 años, desde 1961 hasta 1990. Surgieron en la ciudad de Treinta y Tres,
capital del Departamento uruguayo del mismo nombre. Su denominación remite a su origen, ya que "olimareños" son los habitantes de esa ciudad, lindante con el río Olimar.
Fueron uno de los tercios de una excepcional trilogía -completada por Alfredo Zitarrosa y Daniel Viglietti-
que, en la década de 1960, colocó a Uruguay en una posición privilegiada dentro del panorama musical latinoamericano.
A partir de su gran éxito masivo, la polca "De cojinillo" -e inmediatamente a través del vals criollo "Orejano"- lograron rápidamente, ya a partir de 1962, niveles de popularidad inusitados. Luego se convirtieron en clásicos "A Don José", "Hasta siempre", "Cielo del 69", "A mi gente" y tantos otros. En sus inicios interpretaban canciones campesinas. Nunca las abandonaron y progresivamente fueron incorporando a su repertorio formas musicales urbanas (canciones carnavaleras, tangos) y música latinoamericana.
Al principio Pepe Guerra ejecutaba la guitarra, en tanto Braulio López tocaba el bombo, pero rápidamente pasaron a acompañarse con dos guitarras. En la mayor parte de los temas cantaron a dúo, siendo la primera voz la de Braulio y la segunda la de Pepe. Sus canciones aludían tanto a las situaciones sencillas de la cotidianeidad como a los temas profundos de la vida. Se destacaron por incursionar en temáticas de contenido social acordes a su compromiso político, lo que les costó prohibiciones, persecuciones, cárcel -en el caso de uno de ellos- y el exilio.

Sus comienzos

Braulio López nació el 26 de marzo de 1942 en el seno de una familia numerosa de origen campesino en la cual todos disfrutaban de la música. "Pepe" Guerra, más citadino, el 31 de octubre de 1943.
No son totalmente coincidentes los testimonios acerca de cuándo y dónde cantaron su primer tema a dúo.
Compatibilizando versiones, puede suponerse que en 1960 hayan cantado juntos por primera vez, pero sin continuidad, y en 1961 volvieron a hacerlo, pero para no separarse. Sus primeras presentaciones formales las realizaron por radio, muchas veces acompañados por otros músicos. Cantaban, sobre todo, temas de Víctor Lima, escritor, poeta y compositor popular, y hacia fines de 1961 conocieron al maestro Ruben "Rubito" Lena y comenzaron a nutrirse de sus canciones.
A comienzos de 1962 marcharon a probar suerte en Montevideo, donde debutaron en peñas radiales, llegando a realizar ciclos de audiciones en vivo y actuar en TV. Alternaban las actuaciones en los medios de difusión con presentaciones en varios locales de Montevideo y comenzaron a tomar clases para perfeccionarse en guitarra y canto.
En la primavera de 1962 ya eran relativamente conocidos para una parte del público montevideano. Entonces, Sarandí Cabrera les ofreció grabar para su sello "Carumbé" (que significa "tortuga" en guaraní) su primer disco. Durante años, Los Olimareños repitieron que ese era su disco más querido. Grabaron un Extended Play que contenía cinco temas.
En el mismo año 1962 grabaron otro E.P. y terminaron su primer LP, también constituido, como los dos discos anteriores, por temas exclusivamente de autores uruguayos.

Hitos históricos

Se iba perfilando la madurez del dúo. Hacia 1964, habían logrado una importante popularidad en Uruguay, habían grabado su segundo LP y sus actuaciones en TV se hicieron más frecuentes. También abrieron la vinería "De cojinillo" en la cual actuaban ellos mismos y otros cantores jóvenes de la época, como Eustaquio Sosa, José Carbajal (El Sabalero),Tabaré Etcheverry, Héctor Numa Moraes y Pancho Viera, entre otros.
Se fueron profesionalizando cada vez más y luego de haber tenido varios representantes le pidieron al
Paco Bilbao que cumpliera esa función. El Paco era un olimareño radicado en Montevideo, que en Treinta y Tres había hecho teatro con Ruben Lena y se había hecho conocido por haber sacado varios conjuntos carnavaleros. Fue un entrañable amigo de Braulio y Pepe. A veces en sus giras por el mundo los presentaba en sus actuaciones y hasta llegó a hacerles de fotógrafo, ejemplo de lo cual son las fotos que aparecen en el álbum "Cantando por el mundo".
En 1964 comenzaron a viajar seguido a Argentina. Dijo Braulio: "Nosotros estuvimos muchos años trabajando en Argentina, la recorrimos de Norte a Sur. Cuando comenzamos, vivíamos en la Alta Córdoba o en el Barrio Clínicas, nos quedábamos en casas de estudiantes".
Jorge Cafrune los ayudó para introducirse en el medio. Se habían hecho amigos porque él solía realizar giras por Uruguay y el sur de Brasil, en las que a veces coincidían. Continúa diciendo Braulio, refiriéndose a Cafrune: "En el año 1964, cuando estaba en pleno auge, estuvimos seis meses de gira juntos por toda la Argentina, llegamos hasta Caleta Olivia. De ahí él sacó "Orejano", "A Don José", temas nuestros que luego grabó. Jorge era un tipo entrañable, gran amigo, había mucho feeling personal y artístico con él". Durante casi dos años los tres hicieron giras juntos.
En 1966, Los Olimareños participaron en el festival de Folklore de Cosquín, en Córdoba, donde se presentarían posteriormente en varias oportunidades más. Luego visitaron Chile y continuaron su viaje por Perú, Méjico, Cuba, Canadá, Checoslovaquia, Suiza, Francia y España.
En 1967 participaron en el Festival de la Canción Protesta (Cuba). A este Festival concurrieron artistas de muchos países y la delegación uruguaya fue la más numerosa: además de ellos, participaron Alfredo Zitarrosa, Yamandú Palacios, Carlos Molina, Daniel Viglietti, Marcos Velázquez y Aníbal Sampayo. En el disco colectivo de los participantes del festival, Los Olimareños intervinieron con el tema "El pobre y el rico", de la autoría de Carlos Porrini. En Cuba conocieron a Carlos Puebla, quien les enseñó los ritmos del son y de la guajira y de quien tomaron "Hasta siempre";, siendo probablemente los primeros artistas sudamericanos que grabaron esa canción.
Permanentemente alternaban su residencia en Uruguay con giras por el exterior en donde realizaban recitales y participaban en festivales (Río de Janeiro, 1967. Madrid, 1967).
En la temática de la música uruguaya, merece remarcarse especialmente su álbum "Todos detrás de Momo", editado en 1970, el último trabajo realizado integralmente en equipo con Ruben Lena. Braulio piensa que fue "el disco más logrado de Los Olimareños ... ... nos reuníamos noches y noches y noches y días y tiempo. Se trataba de hacer una cosa donde todo eso del carnaval que nosotros habíamos practicado estuviera sintetizado".
En 1970 participaron en el Festival de la Canción Comprometida (Chile), en 1971 en el Festival "Melodías de Verano" (URSS) y en 1972, 73, 75 y 76 en el Festival de Cosquín (Argentina), donde volverían a presentarse con gran acogida por parte del público al regresar del exilio.
Para 1974, habían grabado en Uruguay doce discos larga duración y algunos simples y en Argentina cinco LP. En su país habían recibido el premio Orfeo, otorgado por ese sello editor, por la importante cantidad de placas vendidas.
Continuarían obteniendo premios por la venta de sus discos hasta el final, cuando en 1989 su álbum "Canciones ciudadanas" fue declarado "disco de oro".
Escuchando y comparando sus sucesivas grabaciones puede apreciarse la evolución y asentamiento de sus cualidades interpretativas y el avance tecnológico, que redundó en una calidad de sonido muy superior. Si bien siempre se basaron en composiciones de autores uruguayos, fueron incorporando canciones del folklore latinoamericano. Así, por ejemplo, interpretaron temas de Atahualpa Yupanqui, venezolanos, cubanos y chilenos.

El golpe

En Uruguay las contradicciones sociales y políticas se desarrollaban en un acelerado proceso de agudización En especial a partir de los años 1967 y 68, con el Presidente Jorge Pacheco Areco, se acentuó el deterioro de la democracia republicana liberal, con clausura de medios de prensa, Medidas Prontas de Seguridad, militarización de trabajadores y un nivel de represión nunca antes visto en el país.
La sociedad uruguaya hervía: manifestaciones políticas, sindicales y estudiantiles, desarrollo de la guerrilla urbana, creciente politización de los militares. Los Olimareños no permanecieron ajenos a este contexto y se comprometieron activamente, de acuerdo con sus convicciones. Participaban desde la canción militante en importantes actos de masas, tanto en Uruguay como en Argentina, y hay constancia de que, cuando se les requería su solidaridad, llegaron a cantar ratuitamente aún en pequeños festivales.
Cuando finalmente se produjo el golpe de estado, en 1973, el dúo estaba seriamente limitado para actuar y censurado en la mayor parte de los medios de comunicación. "En Uruguay ya nos habían prohibido antes del golpe de 1973, y después ya directamente no pudimos trabajar, entonces empezamos a venir más seguido a la Argentina, hasta el golpe de 1976, cuando tampoco se pudo hacer más nada", dijo Braulio.
En la madrugada del 27 de junio de 1973, al producirse el golpe, entró a Radio Montecarlo una delegación de militares, para anunciar desde la misma, la disolución del Parlamento. Los recibió el Gerente de Programación, Nissan Sarkissián.
"Bueno, necesitamos música folklórica", le dijo el oficial mientras le extendía los textos. Sarkissián le contestó que tenía unos pocos discos disponibles a esa hora de la madrugada, porque la discoteca estaba cerrada. "Tengo A Don José", respondió con cierta vacilación el periodista, convencido que era una banda de sonido que no iba a servir a los efectos de los comunicados militares. "Eso está muy bien", le dijo el militar a cargo del operativo. "Pero mire que tengo la versión de Los Olimareños", explicó Sarkissián. El soldado lo miró con aire de satisfacción y le respondió: "Tanto
mejor".
Así fue que la cadena de las Fuerzas Conjuntas irradió en su comunicado la canción de Ruben Lena, interpretada por el dúo.
En plena dictadura, en 1974, Los Olimareños pudieron editar aún dos discos: el original "Cantando por el mundo" y la recopilación "Lo mejor de Los Olimareños";.
Ese año, al volver de su gira por las islas del Pacífico tenían programadas tres presentaciones en el Teatro El Galpón.
Actuaron el viernes y sábado, pero el domingo se les impidió cantar y se levantó la función, al parecer con
el pretexto formal de que habían interpretado "Hasta siempre". El 9 de diciembre de 1974 se prohibieron sus actuaciones, la difusión de sus temas en las radios y la tenencia de sus discos.
En Argentina, aún pudieron grabar, en 1975, el estupendo álbum "Tierra negra", que años más tarde sería reeditado en CD.

La cárcel y el exilio interno

Después de su prohibición definitiva en Uruguay, Los Olimareños (aún residiendo en el país) concretaban algunas actuaciones en el exterior: en 1975 viajaron a Canadá y, hasta el golpe militar de marzo de 1976, continuaron con presentaciones en Argentina, país en el que Braulio fue detenido por un grupo comando del 3er Cuerpo de Ejército.
Así lo relata: "Yo estuve un año preso en Argentina, de marzo de 1976 a marzo de 1977. Me agarraron en Córdoba y estuve cinco meses en el Campo de la Ribera, y de ahí fui a la penitenciaría militar de Córdoba, ya reconocido como preso legal. Después me pasan a la Unidad 9 de La Plata y luego a Devoto, donde me dan la opción para salir del país. Me llevaron a Ezeiza, y me embarqué para España".
El "delito" del que se lo acusaba era divulgar canciones de protesta, como Los dos gallos, Cielo de 1969 y Hasta siempre.
Mientras tanto, Pepe Guerra no quería irse de Uruguay. En 1976 organizó unos recitales en el teatro "El Tinglado", jugando con el supuesto de que lo que estaba formalmente prohibido era el dúo y no sus integrantes por separado. Pero en esa época sufrió el exilio interno:"En 1976, Braulio estaba preso y yo organicé unos recitales, a los que al principio no vino mucha gente porque había miedo. Pero después empezó a llenarse el teatro y los milicos me prohibieron. Vino uno y me dijo: "Usted no tiene que salir a la calle, porque es un símbolo que no queremos aquí en Uruguay. Usted no puede asistir al cine porque se le va a acercar gente a saludarlo". Yo, como no sabía de qué iba a vivir y quería seguir en el Uruguay, le dije que podía dar clases de guitarra y el tipo me respondió: "¿Qué? ¿Usted hablando con gente? No señor,
usted se queda quietito en su casa. Encima que le damos la libertad usted quiere hacerse ver por ahí". Era ridículo, pero tenían muy claro lo que era un cantor popular.
Ese año, Pepe grabó en los estudios Sondor su primer disco solista, con temas que había interpretado en los recitales en El Tinglado, disco que recién podría editarse en 1983. Su título era el de uno de sus temas, de su autoría: "Ta'llorando", en el cual recuerda al Treinta y Tres de su infancia con su Olimar y sus montes, a los amigos que ya no están, a los que vagan sin consuelo por el mundo y termina repitiendo amargamente "Ay paisito, mi corazón ta'llorando".

El exilio externo

En marzo del 77, apelando a una disposición para ciudadanos extranjeros presos en Argentina que les posibilitaba optar por irse del país, Braulio López es liberado y se marcha a España. Pepe, ante el acoso del régimen, que le impedía actuar y procurarse un medio de vida y también para reconstituir al dúo, debe finalmente optar por el exilio externo. Viaja a España y allí se reencuentra con Braulio. Se asentarían en ese país y al final de su estancia en el exterior en México, donde Pepe ocasionalmente se daría un gusto pendiente desde sus épocas juveniles: cantar con mariachis.
Entre 1978 y 1983, seguidos especialmente por un público de miles de exiliados sudamericanos, Los Olimareños actúan en Alemania, Argelia, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Costa Rica, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, México, Nicaragua, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza y Venezuela. Alternaron sus actuaciones profesionales con la participación permanente en actos sociales y políticos solidarios, especialmente con Uruguay y otros países latinoamericanos.
Durante el exilio editaron varios discos en distintos países pero los que resaltaron, por tener temas nuevos, fueron "Donde arde el fuego nuestro", grabado en Barcelona y editado por primera vez en 1978 en México y "Araca", grabado en México poco antes de regresar a Uruguay, donde se editó en el año 1984. Sus veinte años como dúo se cumplieron estando lejos de su tierra.

El regreso

En la década de 1980 nuevos aires comenzaban a soplar en Uruguay. Los militares sufrieron una tremenda derrota al ser plebiscitada con resultado negativo una reforma constitucional que institucionalizaba a la dictadura. La población comenzaba a desafiar al miedo y lentamente las organizaciones sociales se reconstituían bajo otros nombres (PIT por CNT, ASCEEP por las organizaciones estudiantiles, etc.), los partidos políticos se reorganizaban, comenzaron las caceroleadas, resurgió el Canto Popular con nuevos autores e intérpretes, etc.
A principios de 1984, Los Olimareños fueron los primeros artistas populares en ser desproscriptos para la difusión pública de sus canciones, inaugurando una lista que sería ampliada después con Alfredo Zitarrosa, Aníbal Sampayo, Héctor Numa Moraes, Daniel Viglietti, etc.
El 31 de marzo, Alfredo Zitarrosa, quien desde hacía meses estaba residiendo en Argentina, había vuelto a Uruguay.
Los Olimareños también hicieron escala en Buenos Aires, donde el 11 de mayo actuaron en el miniestadio de Obras Sanitarias, recibidos apoteósicamente por uruguayos residentes en Argentina, compatriotas que viajaron especialmente y muchos argentinos (entre los que tuve la suerte de contarme).
Luego de varios temas, el público les solicitó muy insistentemente que cantasen "Hasta siempre". Braulio y Pepe dudaron, porque era un tema muy comprometido para quienes tenían planeado regresar a Uruguay, donde aún estaban en el poder los militares. Cuando la presión de la gente se les hizo insostenible, un espectador los "salvó", pidiendo un tema sin connotaciones políticas directas: "Angelitos negros". Sonrieron aliviados y comenzaron a ejecutarlo pero, en medio de los nervios del momento, Pepe se equivocó en el punteo introductorio y debieron recomenzarlo, hasta que ambos olvidaron la letra y debieron interrumpirlo. No eran tan sencillas las condiciones del regreso.
Finalmente, el 18 de mayo, se produjo el hecho largamente anhelado. Aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Carrasco en Uruguay, donde los esperaban personalidades de diferentes ámbitos, familiares y amigos, que los levantaron en andas.
Del aeropuerto fueron directamente al Estadio Centenario, en una caravana de vehículos con un recorrido emocionante.
La gente estaba volcada en las calles con banderas y carteles, para acercarse a sus ídolos y trasmitirles su cariño.
En el estadio brindaron un recital a 50.000 personas, que bajo la lluvia los escucharon y vitorearon después de diez años.
Ese recital, donde predominaron los afectos frente a la calidad artística, se recogió en un disco ("Si este no es el Pueblo, el Pueblo ¿dónde está?", cuyos derechos Los Olimareños no aprovecharon. En la contratapa de la primera edición plantearon: "Como consideramos que este disco es patrimonio del pueblo, todos los derechos que el mismo produzca serán destinados a las necesidades más urgentes del pueblo uruguayo ..., al cual pertenecen". Entre otras anécdotas que muestran la seguidilla de equivocaciones que la emoción produjo en todos, hasta quien diagramó las tapas "metió la pata" mientras lo hacía y consignó dos temas en un orden diferente al que tuvieron en la realidad y en el vinilo.

Los años siguientes y la disolución del dúo

Nuevamente en Uruguay, Los Olimareños hicieron numerosas presentaciones, partieron a nuevas giras por la mayor parte de los países que ya habían visitado y fueron contratados por radios y emisoras de televisión de diferentes países.
Se reeditaron gran parte de sus discos remasterizados y varias recopilaciones y también aparecieron dos álbumes con temas originales: "25 años" (1987) y "Canciones ciudadanas" (1989).
Pero algo pasó. En 1990, cuando nada lo hacía prever, el dúo decidió separarse y continuar ambos sus carreras como solistas.
Primero fue la incredulidad y, ante la certeza, rumores de todo tipo: que últimamente cuando actuaban casi no se dirigían la palabra, que entre ellos existían tales y cuales conflictos, etc., etc. Braulio y Pepe nunca avalaron esos rumores en declaraciones públicas. Lo que ellos han decidido decir al respecto es lo
siguiente: Braulio: "Pienso que la separación respondió simplemente a un desgaste después de tantos años en un trabajo de tanta responsabilidad ... Además, como pasa siempre en la vida, pasan los años y la gente cambia, para bien o para mal. De modo que a partir de ese momento cada uno siguió su camino: mientras Pepe decidió salir a explorar otros territorios musicales (particularmente el tango), yo seguí manteniendo la línea musical de la obra de Los Olimareños, una obra comprometida socialmente, que yo pensaba estaba sostenida por la memoria colectiva de toda una generación y a la que había que corresponder de alguna manera".
Pepe: "Los Olimareños nos separamos porque Braulio tenía que irse a los Estados Unidos y a mí se me planteó la disyuntiva. Me pareció que no debía irme. Por el pueblo uruguayo ... Nos había bancado toda la vida y nos seguía bancando ... (Braulio) por ahí tenía planteamientos estéticos muy respetables, pero distintos a los míos "al final ya se hacía complicado cada vez que se iba a ensayar así que por el '90, más o menos, nos separamos". "Y ahora podemos hacer otras cosas, que con Los Olimareños no podíamos por cuestiones de estilo y porque no había un tercero que desempatara si no nos poníamos de acuerdo".
De un reportaje a Braulio López en el 2004:
"- ¿Los Olimareños pueden volver a juntarse?
- Sin dinero de por medio, para una ocasión especial, tal vez. Como un reconocimiento al cariño de la gente".
Desde la disolución del dúo, Braulio López y José Luis "Pepe" Guerra han desarrollado exitosas trayectorias como solistas.

Reencuentro y despedida

Aquellas palabras de Braulio en el 2004 resultaron proféticas, cinco años después.
En 2009, se juntaron de nuevo para dos "ocasiones especiales", "como un reconocimiento al cariño de la gente".
Era su despedida, en dos recitales. El 08 de Mayo, en el Estadio Centenario de Montevideo y el 12 de Junio, en el Luna Park de Buenos Aires, Los Olimareños le decían el "chau" definitivo a SU público en ambas orillas del Río de la Plata.
Mucho se habló sobre los motivos que los llevaron a emprender esas actuaciones, pero prefiero no entrar en debates ni especulaciones. Lo concreto es eso: Los Olimareños nos dieron la enorme alegría de "volver" y nos dijeron Hasta Siempre.
Pero "algo" pasó, y esas actuaciones de "despedida" no fueron las únicas. En diferentes actos y ocasiones especiales (el día de la aunción de "Pepe" Mujica como Presidente del Uruguay, el Bicentenario de la independencia argentina, etc.), volvieron a presentarse y cantar juntos lo más popular de su repertorio.
No sabemos qué pasará, pero nunca se irán del todo, mientras siga sonando una guitarra rioplatense ............

(*) El mérito de esta recopilación de datos no es mío. Tomé como base (y más que eso), un excelente trabajo publicado por Espartaco50 en fotosdeuruguay.com.ar (página censurada y bajada de la web a raíz de denuncias de la Cámara Uruguaya del Disco), en Julio del 2007.

José Carbajal 1991 - Entre putas y ladrones / el viejo

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Jose Carbajal - Entre putas y ladrones y el viejo (1991)
(disco doble)

Género: Canto Popular
País: Uruguay
Sello Discográfico: Emi

Lista de temas - entre putas y ladrones

01-Bailongo de alcalostro
02-Blues de los pequeños deshollinadores
03-La perrera
04-La mamajuana
05-el rengo Zamora
06-El circo Soliman
07-Labo lekayke
08-En la palmera

Listas de temas - el viejo

09-el viejo (duracion 24'40'')

Contraviento 2000 - En la calle

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Surgido en 1977, este grupo musical fue uno de los principales animadores de la canción popular de resistencia a la dictadura militar. En esta “segunda época”, Contraviento no vuelve sobre sus anteriores trabajos, sino que aborda un repertorio totalmente nuevo y actualizado. Candombe y pop montevideanos interpretados con fuerza y sutileza.
 El grupo es fundado en 1976 teniendo a Fernando Yáñez como uno de los principales integrantes y compositor de casi todas sus letras.
 Por Contraviento pasaron músicos de la talla de Jorge Lazaroff, Jorge Trasante, Marcos Gabay, Mariana García Vigil, Silvia Meyer, Gonzalo Moreira, Gustavo Etchenique, Héctor “Kacho” Dufrechou, Ricardo Canfield, Susana Bosch, Norma Galfetti, Gustavo Fernández, César Cándido, Carlos García, Gisella Hernández, Ana Apotheloz, Irene Kaufmann, Jorge Drafta, Carlos “Boca” Ferreira, Hugo Jasa, Nelson “Pito” Varela, Santiago Ameijenda, etc.

 Lista de temas

1 Este es mi Montevideo
2 De los almanaques
3 Caras pintadas
4 Momento
5 Pociquitos
6 Uno y un o
7 Lo dedo negro
8 Actriz
9 El barco en la botella
10 Los girasoles de Van Gogh
11 Barniz
12 Estreno 8 de mayo
13 Caballeros y galaxias
14 Ciudad al sur
15 Candombe colonial
16 Dicen que
17 Noticias del palacio




Contraviento
Música en su contexto (entrevista)


Beatles, Gardel, Zitarrosa, Viglietti, los Rolling, Fabini y Mateo son algunos de los artistas que llegaron a los oídos de estos músicos cuando estaban creciendo. También escucharon las murgas y los tambores por las calles, al igual que escucharon a verduleros y diarieros vocear su mercadería. Contraviento es un grupo que aprendió de todos ellos y de todos estos sonidos. A través de este nuevo CD, que marca la vuelta de Contraviento, quienes escuchamos somos nosotros y quiénes hablan sobre esta nueva etapa son Fernando Yánez y Susana Bosch. 


- ¿ Cuál fue el motivo principal por el cual volvieron a juntarse?
Fernando
: No sé si habrá un motivo principal; pero de alguna manera Contraviento fue un grupo que se planteó desarrollar una propuesta musical en determinado momento donde las cosas eran muy difíciles en el país. O sea, teníamos las mismas dificultades que ahora, sumada la dictadura. Hasta el nombre del grupo incluso, obedece un poco a querer decir que uno está dispuesto a hacer las cosas a pesar de los contratiempos. Claro; ese momento desarrolla la actividad de Contraviento dentro del período del gobierno de facto y también imposibilita bastante: había prohibiciones, algunas veces teníamos que subir al escenario sin uno de los integrantes... entonces sí bien Contraviento tuvo un desarrollo importante, grabó tres discos, también hubo un desgaste que nos llevó a todos a seguir haciendo música pero en proyectos de otra índole y se enfrío un poco la actuación en vivo. Pero la vigencia de la propuesta se mantenía, por lo menos parece claro que seguimos haciendo las cosas a contraviento ¿no?, y en definitiva todos más o menos mantuvimos un contacto permanente; inclusive tuvimos proyectos en común con algunos de los actuales integrantes, trabajando en los arreglos de un disco o como músico de sesión para alguien... Y un buen día nos replanteamos la posibilidad de volver a juntarnos; sobre todo porque además nosotros creemos que en la música popular pasó un poco, tal vez por las condicionantes del mercado, que las bandas grandes, en el sentido que tienen un buen número de integrantes, quedaron un poco relegadas. Y también pasó que había muchas propuestas de solistas, que de repente sí se acompañaba con una banda grande, pero que el proyecto era del solista. No era un proyecto grupal donde de alguna manera lo que hace al resultado final del tema fuera procesado por el grupo. Nos parecía que era una variante interesante de trabajo y decidimos retomar el proyecto con algunos integrantes e invitamos a cuatro músicos más que son: Susana Bosch (voz), Norma Galfetti (voz), el Boca Ferreira (batería y percusión) y el tecladista que en estos momentos es Aníbal Pintos. Y con cinco integrantes de la vieja guardia del grupo rearmamos Contraviento. Empezamos a trabajar con mucho entusiasmo, también con muy buena respuesta por parte del público y al poco tiempo decidimos grabar este material nuevo; que es un poco la consecuencia de todo este tiempo pasado. Nos pareció que habíamos reunido un buen repertorio y que era razonable pensar en la edición de un material discográfico; material que sacamos por primera vez en forma independiente; con la total responsabilidad del grupo, apoyado por el FONAM, SUDEI y AGADU. Los dos primeros discos que sacamos fueron para el sello Phillips, que es una característica bastante insólita, es más, nosotros y si mal no recuerdo Carlevaro, fuimos los únicos músicos uruguayos que grabamos para ese catálogo.


- Obviamente que son distintas épocas pero, ¿qué diferencias encontraron al grabar para un sello grande como Philips y grabar de forma independiente?
Fernando
: Hay una anécdota curiosa y es que cuando nos llamaron de Philips para grabar nuestro primer disco, Contraviento entendía que tal vez todavía no era el momento de grabar. Nos daba la sensación de que el grupo tenía que hacer un poco más de carretera antes de plantearse a grabar. Y curiosamente esto nos permitió sacar un buen resultado, es decir; al manifestar ellos su interés, accedieron a planteos nuestros que de otra manera de repente no hubieran accedido. De cualquier manera se grabó en un tiempo muy breve, para lo que sabemos que lleva grabar un disco, y desde ese punto de vista en esta edición independiente tratamos de fijarnos los límites de la responsabilidad; no los límites del acogotamiento. Nos tomamos mucho tiempo para grabar, más de doscientas horas, trabajamos muy tranquilos; con Daniel Báez, un excelente técnico de grabación, en el estudio de SUDEI, y creo que a nivel técnico, de competitividad con otros materiales, estoy hablando de lo técnico no de lo artístico, que eso es materia opinable, creo que el disco suena muy bien. Y desde el punto de vista de que la tecnología también nos ha ido ayudando a lo largo de todo este tiempo, creo que es el disco de Contraviento que suena mejor, sin duda. Esto es porque ahora tenemos más herramientas a nuestro alcance que en la época del vinilo, evidentemente nuestro país estaba en inferioridad de condiciones. Creo que ahora competimos en mejor forma en lo técnico, no en otras áreas, pero sí en lo técnico.






- ¿Y en qué otras áreas no competimos?
Fernando
: En las áreas de mercado. A nosotros nos cuesta mucho imponer nuestras propuestas... yo muchas veces he tenido que contestar preguntas insólitas; una vez me preguntaron: "¿por qué el candombe, que es una propuesta rítmica muchísimo más rica y más amplia que el reggae, no se impone sobre este?". Primero que nada por una razón fundamental; ni Keith Richards ni Sting veranean en el barrio Palermo, veranean en Jamaica. Por ahí hay una razón de ubicación geográfica en una propuesta que, evidentemente, hace que tenga un potencial de trascendencia más importante del que tenemos nosotros hoy. Más allá de que uno de repente escucha un disco de Waine Shorter y hay una base que es un candombe. Los músicos sí se interesan, pero es muy difícil lograr que a nivel comercial, a nivel de imposición comercial nuestras propuestas puedan acceder porque partimos de un mercado muy deprimido. Por lo tanto es muy difícil acceder a los grandes medios de comunicación. Y ojo que esto lo digo sin dolor, lo digo simplemente constatando un hecho; quién pone una radio, pone un negocio. Por lo tanto si un disco le genera mayor cantidad de sponsors que otros, evidentemente elige el que le genera mayor cantidad de sponsors. Lo que es lamentable es que eso va generando un gusto en la sociedad y que ese gusto va a terminar por ser el gusto dominante por un problema de machacar siempre sobre el mismo clavo. Y ahí es donde se produce la injusticia. Que nosotros en el disco lo escribimos diciendo que bueno, que nosotros en realidad no somos chauvinistas, que nos gusta mucho la música extranjera pero que lo único que queremos los músicos uruguayos es tener la misma oportunidad. Que un tipo pueda decir "yo prefiero escuchar a The Clash y no a Contraviento, pero tengo la oportunidad de conocer lo que hacen los dos". Eso me parecería formidable; de hecho a mí hay muchos grupos que me gustan más que Contraviento (risas). Me refiero a que probablemente si estoy en casa escuchando música, escuche muchas cosas; uruguayas y no uruguayas. Creo que también es importante entender que la diferencia de la nacionalidad es de una arbitrariedad y de una injusticia espantosa. A mí me parece un gran letrista Bob Dylan y un gran letrista Mauricio Ubal; y el hecho que uno sea uruguayo y el otro no, me importa muy poco. Uruguay curiosamente produce músicos de muchísimo nivel, produce manifestaciones culturales que de alguna manera generan el interés de los entendidos. Pero es muy difícil desde este potencial de mercado o de esta forma de difusión que tenemos aquí a acceder a otras cosas, de hecho ahora se han producidos algunos fenómenos que han trascendidos fronteras: Jaime, Rada y el fenómeno de la música tropical. Que es interesante; por lo menos se logra por primera vez saltar una cuerda que no se podía. Veremos que consecuencias finales trae.




- Volviendo a Contraviento: ¿Cómo se ven ustedes a comparación de diez años atrás?
Fernando
: Desde el punto de vista de lo que pasa hoy con la música de Contraviento y lo que nos pasa a nosotros cuando nos ponemos a tocar es que en definitiva creo que el grupo suena muy distinto a lo que sonaba antes, justamente por tratar de ser coherentes con nuestra propia propuesta. Suena muy distinto porque todos hemos estado escuchando cosas nuevas, cosas que de alguna manera nos han influenciado en esta época y esas cosas hoy están presentes en la propuesta de Contraviento; de repente unos años atrás no estaban. Además nos divierte mucho tocar juntos, incluso es una de las cosas que más nos ha llamado la atención, y lo hemos comentado en el seno del grupo, es que la propuesta original, la reunión, la invitación de la gente nueva, partió de una propuesta estrictamente musical. Hemos logrado una cosa que se dio naturalmente y es que se formó un maravilloso grupo humano, donde nos hemos hecho más amigos aún y compartimos muchas horas que no destinamos especialmente a la música, sino más bien a estar juntos y conversar. Creo que eso se nota también cuando uno toca, cuando nos subimos a un escenario, parte de lo compacto que pasa ahí, también pasa por ese vínculo humano que hay. En la medida que la música es una disciplina en la cual uno expone su sensibilidad, eso es lógico que pase. Que si uno está a gusto tocando con personas que se siente bien, eso además, se trasmite al espectador.




Yo en general me resisto mucho a hacer un análisis de la actitud de Contraviento a través del tiempo, partiendo de la base del paso del tiempo. Porque me parece que nosotros tenemos también un problema grave desde el punto de vista de cómo estamos juzgando en este momento nuestras propuestas artísticas en todo el país y en todas las disciplinas; que es plantear una falsa competencia generacional. Como que los que participamos en aquel movimiento de la música popular hoy somos un sector de gente, y después viene la gente del rock... Esa es una forma bastante fea de ver las cosas, feas e inconducentes. Me parece que todos estamos en el mismo barco y estamos remando en la misma dirección. 


- ¿Cómo les fue en la vuelta de Contraviento a los escenarios y el reencuentro con el público?

Fernando: Fue una fiesta, fue muy interesante. El otro día salió una nota en Brecha, nota con la cual tengo muchas coincidencias y muchas discrepancias, pero decía una cosa que es muy interesante; decía que Contraviento en sus orígenes había quedado un poco aislado del resto del movimiento porque en definitiva sintetizaba demasiadas cosas. Era demasiado complejo para dos guitarras y un bongó, que era la propuesta del momento del canto popular, era demasiado simple para la gente que hacía música contemporánea, era demasiado rockero para los puristas, no era lo suficientemente heavy metal para los rockeros... y creo que eso es verdad. Y la nota decía otra cosa que también es cierta; decía que finalmente hoy Contraviento se había convertido en una especie de resumen de la música uruguaya, y que en definitiva ese eclecticismo del que nosotros habíamos sido un poco el precursor, se había convertido un poco en la característica dominante de la música uruguaya. Y el reconocimiento de la gente en el concierto reenganche de esta formación, fue muy importante. Fue una maravilla desde todo punto de vista, trabajamos muy cómodos, con mucho relax y mucha diversión, y la gente lo vivió así también.




- Me llamó la atención que gran parte de los integrantes del grupo ha hecho música para niños en algún momento, ¿ esto tiene algún contacto con Contraviento?
Fernando
: Nosotros aquí tenemos dos verbos distintos para jugar y para actuar; los ingleses para actuar, tocar y jugar tienen un solo verbo que es play: jugar. Y creo que eso tiene sus razones, lo lúdico está presente en lo que se hace musicalmente y debe estarlo.




Susana: Yo me quedo absolutamente sorprendida con tu pregunta, más allá de mi dolor de muela, porque yo que dediqué prácticamente toda mi vida a la música para niños (Susana era una de las cantantes de Canciones para no dormir la siesta) creo que es la primera vez que alguien pregunta por esta música. Te lo compararía que es como en la medicina el odontólogo; una cosa es ser médico y otra cosa es ser odontólogo. El odontólogo parecería ser el mecánico de los dientes y nada tiene que ver con la salud; y el médico es el salvador. Dentro de la música pasa lo mismo; la música para niño parece ser una música menor, tal vez porque es para niños, y es más, mucha gente que ha incursionado haciendo música para niños, te podría nombrar a grandes autores nuestros, Jaime Roos por ejemplo, difícilmente lo tengan en cuenta a nivel de un currículum, no por descreer de eso, sino porque desde el punto de vista periodístico no es interesante. Es como si la música para niños fuera otro rubro, no se habla de eso. Vos ves mesas redondas donde se habla de música y nunca hay nadie que haga esta música; si se hace una evaluación de espectáculos masivos no se habla de los espectáculos para niños, que son los más masivos en este país; si hablás de la discografía que está en carácter permanente en este país, Canciones para no dormir la siesta editó su último disco hace 14 años y todavía ese disco sigue generando regalías. Yo te diría que en la música en general después de 14 años de editar un disco, de cualquier artista, es difícil tener esa permanencia. El público de la música para niños tiene un recambio permanente, que no lo tiene el público adulto, y de ese fenómeno dentro de la música en general no se habla. Yo considero que no hay una preocupación ni un cierto respeto.

Fernando: Nosotros tenemos una virtud especial, y es que tenemos la capacidad de tomarnos tremendamente en serio la música para niños y de tomarnos no tan en serio la música para adultos. Es decir, de encontrar un equilibrio en eso. Muchas veces en las manifestaciones artísticas en general que se plantean hacia los niños hay una enorme subestimación, y a veces en la música que se plantea para adultos pareciera, por suerte se da menos, haber un afán de trascendencia que sin duda es ajeno a la música.

- Para terminar: de acá al futuro ¿ qué pasa con Contraviento?
Fernando: La gente del grupo de alguna manera u otra, además de estar en Contraviento está en otros proyectos. Contraviento es el lugar donde realizamos más que nada el trabajo de investigación y diversión.
Susana: Es terapéutico.
Fernando: De alguna manera apostamos a largar nuestras propuestas más violentas. Sin duda que el trabajo del grupo se sigue manteniendo, estamos componiendo y trabajando sobre material nuevo. Tenemos mucho camino hacia delante y mucho camino que recorrer, y lo que nos interesa es, en la medida de lo posible, recorrerlo en el contexto de la música uruguaya en general. Es muy difícil que Contraviento se proponga obtener grandes objetivos a nivel individual o grupal, la misma propuesta estética del grupo pasa por el contacto permanente con los otros compañeros que están haciendo música en el país y en todos lados, y esa dinámica es la que señala el ritmo de trabajo del grupo; la viabilidad de un grupo de este tipo se da en un contexto.


Nicolás Hidalgo